lunes, 8 de junio de 2015

Ciudad Gótica




Y se me escapan las alegrías y me duran poco.
 Se me borran los sueños y los recuerdos.
Se me olvidan los nombres, los apellidos, las caras, las fechas importantes.
Se me vuelan los patos y las mariposas.
 Rompo los mejores objetos de la cristalera.
Camino y tropiezo y caigo en palomita ante la mirada de todos y todas, que tan bien caminan
Llego siempre tarde.
Me despierto justo antes del beso.
Se me rompen los cierres y las medias de nylon.
Se derrite el labial.
Me olvido el documento y la clave del cajero.
No tengo batería.
Me queda chico el jean.
Se me quema el arroz , hiervo el agua del mate.
No hay más yerba. Ni jabón dentro de la ducha.
Se me quiebran las uñas y triza el esmalte.
Pierdo el marcador de la novela.
No recuerdo tu número.
Y le temo al dolor, incluso cuando te abrazo.
Se me caen las medias cuando te veo.
Se me retuerce el alma tan seguido que me río.
Se me ampollan los pies, se seca la boca.
Se entumecen mis huesos.
Pero en tu cama, en tu cama, flaco...soy tremenda heroína.


El pragmatismo de un poema en 2017

Como lo dijo Juan... La poesía no sirve para nada. No impone ternura ni abrazos. No llega a tiempo, ni desfibrila. La poes...