jueves, 22 de octubre de 2015

NTVG



Es tan difícil suena en mi ipod y grito cantando.
Es tan difícil beberse esta vida y disfrutando borracheras seguir viva.
Porque es necesario andar muriendo y callando, muriendo y aullando en palabras.
Y ahí, exactamente ahí, está la poesía.
A mi dame una vida bien compleja, con rabias, con retortijones, con dolores colectivos.
Dame una vida que grite ante lo injusto, la muerte, el abuso, el pésimo reparto.
Dame una vida consciente y con inconsciencia.
Con folletos de salud en mostradores de bares. Con noches en insomnio y tabaco entre las uñas.Con cajas de cigarros con fotos de muertitos.
Dame una vida con minas contradictorias, que aman y se asustan. Y con otras que se creen guerreras aunque tengan ampollas en los pies de tanto tacón alto.
Con hombres frente al espejo maquillando sus labios en secreto, tomando otro café.
Dámela con zurdos bebiendo un vino caro.Comprando tela roja y remeras del Che.
Con hippies horneando galletas para vender en  plaza Francia.
Encendiendo fogatas con fotos de niñas arrancadas de troncos de tantos árboles.
Con ricos escuchándolo a Girondo. Atascados en una marcha de orgullo gay, con bocinas y gritos.
Dame una vida denunciando iglesias y curas que amenazan mientras algunos de sus niños,
deschaban a los monstruos.Con colectas de más por menos, como refugio de tanta pena.
Dame una vida con agnósticos leyendo El Secreto.
Dámela con un sol enorme y sin ozono. Con pastas legales para dormir de noche y despertarse a horario.
Dame una vida de golpes y abrazos desde el mismo hombre. De miedo y ternura. De miedo.
Pero cuando me la quites. No me cuelgues desnuda en una plaza.




El pragmatismo de un poema en 2017

Como lo dijo Juan... La poesía no sirve para nada. No impone ternura ni abrazos. No llega a tiempo, ni desfibrila. La poes...