sábado, 31 de julio de 2010
vuelvo al sur
Me voy a ir a vivir a una ballena.
Con una mochila nueva, mis discos, tus libros, el mate y la computadora personal.
Atravesaré el Atlántico cabalgándola contra el viento, despeinada como me lo merezco.
No atenderé el celular, ni contestaré correos.
No cocinaré más milanesas al horno, ni compraré vestidos, ni visitaré a mi odontólogo.
Comeré lo que las gaviotas me alcancen y como tengo onda olvidaré restricciones calóricas y aceptaré hidratos exquisitos sin culpa ni deudas.
No renovaré tarjetas de crédito ni débito.
Suspenderé el pago del alquiler y mi tesis.
Me vestiré siempre de rojo porque sobre el negro y blanco queda muy bien.
Usaré stilettos y, al caer la noche me descalzaré con elegancia para esperarte.
Prenderé velas y prepararé una sopa instantánea en tazones de lata.
Me sentaré en mi ballena y miraré el cielo hasta que llegues.
Te abrazaré largo y caliente.
Te desnudaré despacito y nos daremos una ducha de ballena,caliente también.
Me agarraré de las incrustaciones de la franca e incrustaré mis dedos en tu espalda hasta sentirte casi muerto.
Entonces...lentamente te haré rodar hasta verte caer...Avisaré a la guardia costera:-hombre al agua! y me alejaré en ballena para volver a esperarte hoy. Otra vez.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
El pragmatismo de un poema en 2017
Como lo dijo Juan... La poesía no sirve para nada. No impone ternura ni abrazos. No llega a tiempo, ni desfibrila. La poes...
-
Me invitó a un brunch. Esa mezcla de breakfast y lunch, un lugar en el medio. Me pidió ir a mi cama... pero ser amigos. Cuidarnos...
-
Vos me dijiste princesita al nacer y me regalaste una manta color rosa. Me cantaste rondas que decían me quiero casar y no sé con quien. ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario