miércoles, 20 de julio de 2011

por 200 pesos


Me corté el pelo. Corté con noches vacías desesperando algún sentido. Corté con amigos que no son y que me cuesta dejar. Con discos que no emocionan y libros políticamente correctos. Con vestidos que se cubren de rubios blondos y con rastas. Corté con escenas que no fueron, con las que fueron y las que no debí haber permitido que sean.Elegí una tijera mediana pero experta y decidí hacerlo de una vez y por todas...casi como nunca.
Me corté el pelo con miedo, a propósito...para recorrer una vez más el precipicio a velocidad. No miré revistas, no llevé modelos, no era como otra, ni parecido al de tal. Me corté y frente al espejo con mi largo rubio mojado cerré los ojos y sonreí con las manos duras tratando de creer que era lo mejor.
Me corté en largos minutos y el calor de un aparato echa viento me mareó, haciéndome creer que el pasado lo enterré y que se viene lo nuevo, la luz, el cambio, un renacer.
Me corté y él no lo notó. Mi vecino no me dijo palabra al respecto, mi amiga me encontró algo raro y aseguró que estaba más gordita.
Mis espejos me reconocieron, me recordaron las mismas miserias, los mismos dolores, iguales sensaciones y mi misma historia.
Hubiera ido a una clase del arte de vivir...

2 comentarios:

  1. Peerooo...te volvió al ruedo del blog!
    Quizá el corte funcionó como una especie de "Sansón inversa". Felicitaciones, el corte no sé, pero el texto es bello.

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  2. Bienvenida!!!, Hace poco un remisero jovencito, me contó que tuvo que cortar con sí mismo, y ello implicaba su pasado, los pseudoamigos ... Fue con una mochila y esos 200 Pesos a la estación Terminal de Omnibus regional, miró los carteles de todos los micros por salir y se subió a uno que decía Uspallata; vivió 2 años allí, hasta que se sintió fuerte y regresó como recién nacido.
    http://enfugayremolino.blogspot.com/

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