sábado, 21 de marzo de 2015

Viejas locas







Me enseñaron a bordar desde pequeña.
 En punto cruz, punto cadena y,
 para terminar la confección, punto escondido.
En la escuela de mi barrio
 en trapos blancos.
Me enseñaron a callar,
 en unos años...
Se llevaron tantos trapos,
 tantos sueños de pañales en los trapos.
 Con cadenas, con la cruz
 con amigos de mis viejos... escondidos.
Me enseñaron a marchar con valentía,
  trapo blanco en la cabeza.
Salpicado con los nombres.
Bordado con punto cruz, o cadena o escondido.
Y gritaron, y parieron otra vez.
 Ante la cruz y sin cadenas.
Bordadoras de nombres,
 Madres que marchan.




" Madres de la Plaza, el pueblo las abraza"

1 comentario:

El pragmatismo de un poema en 2017

Como lo dijo Juan... La poesía no sirve para nada. No impone ternura ni abrazos. No llega a tiempo, ni desfibrila. La poes...