viernes, 7 de mayo de 2010

hoy no




Hoy juego a la muertita.
Voy a elegir una muerte con glamour, una muerte linda.
No me vengan con muertes naturales, muertes imprevistas pero en casa, cómoda en cama...no.
Eso de morirse merece un buen trago de vino rico, un cigarro disfrutado hasta el final,una porción de pizza con faina y un buen tango.
Un vestido bien negro...como mi muerte; un sombrero, unos guantes, el pelo rojo y muy largo...tanto como mi miedo a la muerte.
Una noche.
Un perro viejo aullando.
Tres mujeres blancas, casi sin sangre, con delantales lívidos y olor a mentas...peinándome, vistiéndome, prendiendo repetidas veces mi cigarro.
Y un asesino. El más hábil, el portentoso. El que primero me encante para, de un golpe, intentar terminar conmigo.
Y el silencio de una muerte que no tiene ovarios...los retumbos en la calle, amenazantes, sentenciosos, que avasallan.
Todos mis hombres, mis hijos, mis mujeres, mis lugares, mis sueños, mis canciones, mis cuentos, mis vestidos.
Todos mis perfumes, mis marchas, mis batallas, mis mentiras,mis libros...todos juntan firmas para pedir que mi resurrección sea posible.
Y la plaza de mi barrio se llena de manifestantes y manifiestos...y no me dejan ir, no se resignan.
Y la voz de ellos no es suficiente, entonces enarbolan armas y disparan al unísono, sin errores.
Y asi matan a la muerte.
Y la revolución triunfa confirmando que por hoy no se muere.

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