jueves, 1 de enero de 2015

Arriba las manos.





Te voy a robar un beso. Lo he decidido ahora.
Un beso mojado y picante, como el locoto o, si te suena más cool: como un hot spyccy peppers, como prefieras.
Te voy a robar un beso en tu oficina, delante de todos. Aún del gerente arrugado  y su secretaria arrugada por dentro, ella que lo besa al gerente pero sin picante.
Te voy a robar un beso en el medio de la sacristía. Con testigos dudosos pero cómplices del deseo cuando es tan fuerte. Un beso entre aires helados y oscuros. Un beso alejado de lo santo, pero sagrado.
Te voy a robar un beso en la plaza. Antes de que las correas de los perros se enreden alrededor de mis piernas. Antes del último paseo. Después del llamado de ella.
Te voy a robar un beso en el andamio, a plena luz del día. Con el sol como reflector con privilegios,detectándolo todo. Cada impulso, cada músculo, mis dedos aterrados en la altura pero atrapando camisa, piel, sudor y sangre.
Te voy a robar un beso en el colegio. Ante la mirada atónita de estudiantes y colegas. Un beso sin academias, con frescura, con estilo, como pancarta del amor que no censura.
Te robaré un beso de hospital, con la muerte cerca. Tan fuerte, pero tan intenso que juro que la ladina se quedará frenada en sus misiones, porque ante tanto beso no podrá ni moverse. Un beso en consultorio, entre camillas,bajo remedios, sobre historias clínicas.
Te voy a robar un beso en la biblioteca. Entre el silencio de los lectores y de las lámparas, las estanterías, el polvo, las mesas grandes y los pequeños sillones de la entrada. Un beso que superará cualquier palabra y el desafío de no poder contar tanta revuelta.
Te robaré un beso en el restó, entre los platos, los alcauciles, berenjenas y vinos. Un beso de vapores y azúcares, Que quema. Que paraliza las lenguas, los paladares, los labios.
Un beso en Retiro, de despedida. Un beso entre zambas y guitarras. Un beso en la noche de La Habana. En Chile, en el Estrecho.
Un beso en la terraza con luna tonta. Uno en mi cama, sin luna.
Un beso en la calle, en el tren. Un beso largo. Un beso chico. Uno despacio al separar los labios. Otro intenso hasta exprimirlo todo.
Beso de vampira, de monja, de vieja, de sabia, de maga, de bruja, de puta, de niña, de hembra.
Un beso con ojos cerrados y boca abierta, otro apenas de labios pero con los ojos bien abiertos.
El hecho es que hoy te voy a robar un beso.
La que avisa no traiciona.

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