domingo, 28 de diciembre de 2014

de viaje, de vida.








Quiero andar en bicicleta.
Con las dos manos en el manubrio, la mochila en la espalda, zapatillas, mi pelo suelto enredándose y una sonrisa.
Quiero andar en bicicleta sin vos.
No quiero sentarme en el caño y hacer equilibrio para no desestabilizar el viaje. Ni tu viaje ni el mío. Quiero jugar con mi cuerpo sobre el vehículo y equilibrar los pesos en función del eje, tirándome para un lado y para otro, pedaleando en el viento, en la nieve, en el calor. A ritmo  pero sin prisas ni explicaciones, ni discursos que me digan la manera óptima de bicicletear.
No quiero tener la canasta llena de viejas cosas, de inertes objetos antiguos tuyos y míos. Quiero tener lo mío en mi mochila, no mostrárselo a nadie. Abrirla por las noches y en compañía de un vino recorrer cada objeto y recordar. En la canasta pondré flecos de colores y cascabeles, de esos que solo yo soporto. Campanitas que con viento son como voces.
No quiero discutir el a dónde, ni el cómo. Ya cansada de creer aquel esperanzador mensaje social de que " todo se negocia y que debemos ser tolerantes, ceder...que esos nos vuelve mejores personas". Quiero ir a donde me indique el corazón, que anda siempre desorientado. Quiero jugar a viajar por donde él quiera. Total...no tengo miedo a equivocarme una vez más. Y si el camino que elegí está difícil...con fuerza en las piernas, buena empuñadura en el manubrio, subiendo y bajando...sortearé hasta el más difícil de los peñascos.
No quiero viajar ahora, porque " ya estamos grandes". Ni volver a viajar, ni dejar de viajar.Ni pensar en lo difícil que va a ser viajar sola y vieja. Quiero decidir a diario cuándo y cómo subirme al rodado. Habrá días en los que elegiré mi cama, o mi mesa, o una plaza, o el mar, o el camino.
No quiero ser la encargada de los aspectos logísticos, administrativos, económicos, estratégicos del viaje porque " a mi me gusta resolver". Quiero encontrarme de vez en cuando con algún bicicleteador. Y listo.
No quiero ir tan lejos como ET.Ni tan cerca como una bici fija en mi living.
No quiero llevarte en el asiento de atrás con esta sanata de que soy mina y me la banco.
No quiero sacarme fotos con paisajes que no miramos, ni colgarlas en las redes para que otros nos vean. Quiero detenerme ante el mar, la montaña, la ciudad...respirar profundo y descubrir el éxtasis de un mundo nuevo y, a lo mejor, sacar una selfie.
En realidad.
Quiero andar en bicicleta.

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